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 “HEMOS DESPERTADO LA CONSCIENCIA SEDERA de VALENCIA”

A sus 62 años, Vicente Genovés del Olmo, presidente del Colegio del Arte Mayor de la Seda desde el 2009, vive un sueño del que es difícil despertar. Desde el 18 de junio, día de la inauguración del rehabilitado edificio, disfruta de un lugar emblemático, historia viva de Valencia, que cumple tres meses de vida y que estuvo a punto de perderse por su estado ruinoso.

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¿Qué balance hace de los tres primeros meses del Museo de la Seda?

Han pasado unas 15.000 personas y es, sin duda, un dato muy positivo. Es mucha más gente de la que esperábamos en un principio. Había interés por conocer este patrimonio de Valencia. Una vez ha pasado la época estival, con un turismo más variado, es hora de recuperar el visitante más local. Tenemos en marcha actividades dirigidas a los colegios para nuestros jóvenes estudiantes, queremos que las comisiones falleras nos visiten, es decir, entramos en una dinámica que incluso puede hacer incrementar el número de visitantes. Queremos dirigirnos a todos los sectores para que conozcan la cultura de la seda. Hasta el momento el visitante se ha ido muy sorprendido. Ahora ven y entienden todo lo que rodea a la seda, su importancia en la Valencia de los siglos XV al XVIII, época en la que liderábamos esa producción. Disfrutan de una exposición museográfica muy bien sintetizada y la gente se va del museo muy documentada. Es un museo didáctico y eso se valora mucho también.

¿De todas las estancias del Museo de la Seda, cual es la que más le impacta al visitante?

El visitante que conocía la casa se sorprende al ver como se ha recuperado el edificio, y el trabajo magnífico que se ha llevado a cabo. También quedan maravillados de los recursos que se le han sacado al Colegio, ya que los espacios se han exprimido al máximo.
La gente que no conocía nada del mismo se sorprende de ver toda esta historia de casi 600 años. El archivo, la joya de la corona del gremio, constata todo lo que contamos.
También se quedan impactados al ver los medios tan rudimentarios con los que se trabajaba y las maravillas que se hacían en los telares, los suelos, los frescos, el huerto. Es un museo variado, pequeño y coqueto, y el visitante la verdad que lo disfruta mucho.

¿Cuáles son los objetivos del museo a medio y largo plazo?

La Junta de Gobierno de este Colegio del Arte Mayor de la Seda tiene como objetivo la sostenibilidad del edificio y del museo. La iniciativa y su mantenimiento es privado. Siempre digo que este edificio es una institución privada con vocación pública. Tenemos que hacerlo sostenible porque no tenemos ayuda de instituciones públicas ni la esperamos. Para nosotros poder abrir cada día las puertas del museo ya es una alegría.
Otro de los objetivos es intentar ligar al visitante de la Lonja de la Seda con el museo. Tenemos que estar como una pegatina a la Lonja. Me atrevería a asegurar que incluso sería conveniente que conocieran antes el museo para saber la importancia de la seda en Valencia. En el programa de la Ruta de la Seda a través de la Agencia Valenciana de Turismo, hay aprobada una propuesta para unir los dos edificios mediante una señalización de las calles. Estamos a siete minutos paseando y hay que vincular las visitas. También estamos trabajando con el Ayuntamiento de Valencia la posibilidad de establecer una entrada conjunta. Pero nuestro objetivo fundamental es que el Colegio sea sostenible.

¿Establecer vínculos con el mundo fallero también es importante?

La riqueza y variedad de la indumentaria no surge porque sí, viene de una cultura de atrás que es la que explicamos aquí en el museo. Este edificio es la cuna de la seda en Valencia. Hemos despertado la conciencia sedera de la ciudad. La seda sigue más viva que nunca en Valencia con las Fallas. Queremos que nos visiten todas las comisiones falleras. También ofrecemos la posibilidad de que todo fallero o fallera que lo desee pueda hacerse fotografías como un recuerdo imborrable del ejercicio. Sin duda alguna, las Fallas mantienen viva la industria sedera.

Se le nota orgulloso de presidir una institución que ya es toda una referencia en Valencia…

La verdad es que sí, los últimos presidentes lucharon lo indecible para intentar conseguir lo que nosotros hemos sido muy afortunados de haber logrado. Gracias a la Fundación Hortensia Herrero este Colegio ha renacido de nuevo. Han sido 30 años de lucha. Lograr y salvar el edificio es algo increíble. Se ha hecho un gran trabajo y la gente lo valora.
A veces cuando estás en el patio tomándote un café, cierras los ojos y piensas que estás soñando. Tardaremos tiempo en asimilar todo lo que hemos conseguido.